Dentro de toda la gama de fotografía natural o silvestre, hay algunos tipos más funcionales que otros. La fotografía macro es una de las más utilizadas cuando se dedica a retratar la naturaleza. En el siguiente texto, te voy a explicar todo lo relacionado a este tipo de fotografía. Así como también sus usos más comunes y lo que se necesita.
Primero lo primero: ¿Qué es la fotografía macro?
Pongamos primero el concepto. Macro es una palabra trasladada del idioma griego (Makro). En español se tradujo como macroinstitución, por lo que es más común la abreviatura “macro”. Significa que algo es grande, y es utilizada en diversos conceptos científicos, artístico, económicos, etc.
La fotografía macro es precisamente eso: grande. Pero no es esa fotografía que tenga tamaños inmensos. Más bien, este tipo de retratos reflejan el tamaño real o superior de un objeto o sujeto. Para un ejemplo más práctico, hay que tener en mente la clásica fotografía de una hormiga, en donde se ven todos los detalles.
¿Para qué se utiliza la macrofotografía? Más usos de lo que crees
La primera función de este tipo de fotografías es la de detallar objetos muy pequeños para la vista humana. Se puede ver y apreciar la belleza de diversos sujetos bastante pequeños, como insectos. También, se puede ver la composición de las fibras de las especies vegetales.
Esto ha hecho que la fotografía macro sea un aliado para ciencias como la Biología. Gracias a lo macro, se han podido obtener detalles de las especies animales o vegetales. Esto también ha permitido que la fotografía de paisajes o salvaje se vuelva mucho más bella.
Pero también es ideal para ver detalles de objetos como piedras preciosas. Normalmente se utiliza para ver autenticidad de joyas, así como su estudio.
¿Y cómo se hace la macrofotografía?
Muchas de las cámaras digitales de esta época tienen una función ‘’macro’’. La pongo entre comillas porque en realidad no es una fotografía macro cien por ciento real. Simplemente es un simulador que agranda un poco el objeto, sin llegar al nivel de detalle que se necesita.
Bajo esta primicia, los fotógrafos más expertos recomiendan hacerla con una cámara réflex. Pero, hay que acompañar tu cámara con un par de dispositivos. Unos son más caros que otros, pero son necesarios para poder alcanzar el máximo de detalle que buscas. Estos son las lentes conversoras macro y los objetivos macro.
Lente conversor macro
La primera opción que tienen los aficionados a la fotografía y aquellos que no tienen mucho presupuesto. Las cámaras réflex cuentan con diversos objetivos intercambiables, mismos que puedes utilizar aquí. El conversor macro es un aditamento especializado que se le coloca a un objetivo normal y lo convierte en macro.
Esto es una opción bastante económica, incluso en un 60%. Pero hay que tener en cuenta el tipo de uso que se le va a dedicar. Estos conversores no te van a ofrecer algo tan detallado, ya que no reflejará la luz como si fuera ‘’de revista’’. Es un camino para aquellos que quieren probar la fotografía macro.
Objetivos macro
Estás ante el camino verdaderamente profesional. Los objetivos macro son los objetivos que se le colocan a tu cámara para obtener la verdadera macrofotografía. Tienen la posibilidad de enfocar en sujetos u objetos muy muy pequeños y cercanos al suelo. Incluso, aquellos que están pegados al suelo.
Como cualquier objetivo, se puede elegir la distancia focal para configuración manual. La distancia que por lo regular maneja va de los 50 a los 200 mm. Inclusive, en ciertas fotografías macro, se puede utilizar uno de 500 mm. Eso sí, estos objetivos son bastante costosos y no incluidos en un equipamiento fotográfico inicial.