En el mercado hay dos tipos de cámaras fotográficas: las analógicas o tradicionales y las digitales. Aunque en ambas puedes tomar excelentes imágenes, hay algunos cambios sustanciales entre una y otra. Estas son las principales diferencias entre fotografía analógica y digital.
¿Cómo trabajan las cámaras analógicas?
Este tipo de cámaras no tiene un sensor de imagen, en cambio cuenta con un carrete o película. Es por eso que se necesita de un rollo de películas para poder guardar la imagen. Esto sirve como un método de almacenamiento de las imágenes, que, aunque es bastante corto comparado con las digitales, puedes obtener más de 40 fotografías.
Los rollos se tienen que comprar por separado, por lo que son un costo adicional para el fotógrafo, sobre todo si tienes que tomar varios tipos de tomas en una sola exhibición. Esto hay que tenerlo en cuenta cuando quieres utilizar funciones como fotografía panorámica o ráfagas.
Las cámaras analógicas tienen un punto a favor: la calidad de la imagen. En primera porque las fotografías tradicionales no sufren un deterioro ‘’por intermediarios’’. ¿Qué quiero mencionar con lo anterior? Simple: La imagen pasa directamente del lente a la película, por lo que se mantendrá fiel al no pasar forzosamente por un ordenador o un dispositivo de transferencia.
La calidad es una de las principales diferencias entre fotografía analógica y digital. La calidad del rollo es inigualable, ya que supera con creces a la latitud de los sensores digitales. Las películas físicas captan diferentes tonos del mismo color, por lo que el resultado es simplemente profesional y adecuado cuando hay poca luz.
Por último, quiero mencionar que las cámaras tradicionales son mucho más baratas que la digital, compensando el costo de los rollos.
¿Cómo trabajan las cámaras digitales?
Al contrario de las cámaras tradicionales, las digitales cuentan con un sensor de imagen, que es el encargado de transmitir la información del retrato para procesarla. Esto hace que se puedan guardar masivamente diferentes tipos de fotografías en un almacenamiento interno y externo.
En lugar de los rollos clásicos, las fotografías digitales son guardadas, como mencioné, en un dispositivo externo o interno. Al tener una tarjeta SD, el usuario puede almacenar cientos y cientos de imágenes, a diferencia de las 40 o 50 que te permite el rollo. Por esta razón puedes utilizar fotografía ráfaga sin necesidad de preocuparte.
El problema es que, al menos en productos de gama media, la imagen sea bastante deficiente. Necesitas de intermediarios para poder imprimir tu imagen. La fotografía perderá calidad al pasarse al ordenador, que a su vez perderá calidad si deseas hacer uso de la impresora para imprimir copias en papel. Esta es una de las principales diferencias entre fotografía analógica y digital.
En definitiva, difícilmente se captarán tonos diferentes de un mismo color con sensores de imágenes digitales.
Por último, hay que mencionar que estos dispositivos son caros, especialmente cuando se trata de equipos profesionales como la réflex. Si bien, hay una alta gama de cámaras digitales semiprofesionales en las que calidad y precio son bastante acordes.
¿En qué se asemejan?
También existen algunas semejanzas que vale la pena resumir a continuación: En ambos casos existe un diafragma y un obturador para operar las funciones principales del dispositivo. Además, ambas opciones cuentan con función de enfoque y acercamiento ‘’zoom”. De hecho, si nos vamos a los más básico, podemos decir que ambas cámaras registran imágenes mediante un lente.
A grandes rasgos, espero que hayas entendido las diferencias entre fotografía analógica y digital. Recuerda que ambas opciones son excelentes para diversos tipos de uso y tareas por hacer. Además, no te olvides de consultar a un experto antes de realizar tu compra y decantarte por alguna opción. Hoy en día son más demandadas las digitales por su facilidad de uso, comodidad y tener al alcance las fotografías sin necesidad de pasar por un proceso de revelado.