Objetivo ojo de pez – su funcionamiento y utilidades

objetivo ojo de pez
Roberto Cacho Toca (flickr.com)/CC BY 2.0
Imagen realizada con objetivo ojo de pez

La fotografía es en cierta medida un mundo que trata de representar imágenes fieles a lo que los ojos veen. Los lentes te apoyan para capturar más o menos lo que el cerebro está procesando, sin importar lo lejos o cerca que esté. El objetivo ojo de pez es el favorito de algunos, ya que cuentan con una especie de distorsión que te permitirá obtener fotografías inimaginables.

A continuación, te voy a explicar todo lo relacionado a ellos. Te mencionaré detalladamente qué son y para qué sirven, además de las ventajas y desventajas de este tipo de accesorios.

Exactamente, ¿Qué es el objetivo ojo de pez?

Normalmente un lente no supera un ángulo de visión de 90 grados. Por ejemplo, los súper gran angular tienen 80 grados en su interior. En este caso, el objetivo ojo de pez cuenta con un ángulo de ¡180 grados! Para que te des una idea, el ojo humano tiene el campo de visión de 180 grados totales.

Es por eso que estos objetivos tienen tareas específicas para fotografías específicas. Su principal característica es que crean una distorsión en las imágenes. Esta distorsión se verá a lo largo y ancho de la fotografía en cuestión. En términos menos prácticos y fáciles de entender, las líneas rectas se harán curvas y todo se estará ‘’alejando’’ del centro.

Esto se combina además con una distancia focal de tamaño muy reducido. El objetivo ojo de pez, en su gran mayoría, cuenta con una distancia de entre 8 a 16 mm. Esto le da la particular función de otorgarte escenas muy llamativas y excelentes, si se sabe usar.

¿Cuáles son las ventajas?

La primera ventaja está en la creatividad. Este tipo de objetivos te funcionarán perfectamente para obtener imágenes que están fuera de la realidad o de lo normal. Si trabajas para publicidad, una lente de estas características te ofrecerá más opciones para crear cualquier campaña que se te venga a la cabeza.

Como te comenté arriba, su gran ventaja es la gran profundidad de campo. Esto se debe a que tienes un ángulo de visión difícilmente superado por otros productos. 180 grados y distancia focal corta se conjuntan para verdaderas obras de arte o para fotografías urbanas de gran nivel.

Pero la verdadera tarea del objetivo ojo de pez es su capacidad de inmersión. Cuando tú ves una fotografía de este tipo, te tienes que sentir dentro de la imagen. Pasa algo similar a cuando ves una película en tercera dimensión. Si son bien utilizados, son piezas fotográficas excelentes.

¿Y sus desventajas?

La primera es que son difíciles de utilizar para principiantes. La gran mayoría de estos objetivos no vienen con estabilizador ni algún motor de enfoque propio. Esto hace que cualquier vibración o error se convierta en un producto garrafal en tu pantalla. Algunos productos si cuentan con estas ventajas, pero son extremadamente costosos.

Otra ventaja que le vemos está precisamente en su uso. El nivel de distorsión que maneja el objetivo ojo de pez es genial, sí, pero el uso es extremadamente limitado. Prácticamente solo usarías el lente para diversión o para trabajos por placer. Además, se combina el precio, ya que suelen ser costosos.

Para los más profesionales o diseñadores, las fotografías de estos objetivos son muy difíciles de editar. Si te dedicas a componer, verás la extrema dificultad de editar, incluso usando programas de alto nivel. Esto es porque los elementos enfocados no suelen estar dentro de un encuadre común.

A grandes rasgos, lo anterior es lo que presenta el objetivo ojo de pez. Un uso bastante interesante, pero que puede no ser lo que busca la mayoría de los fotógrafos aficionados.